8 marzo
Por las que nunca volvieron a casa.
Por las que no tuvieron la oportunidad de escoger con quién sí y con quien nunca.
Por las que, en su lucha, fueron silenciadas.
Por las que no tuvieron oportunidades.
Por las que nunca pudieron conocer la libertad, el placer o el amor.
Por las que quisieron, pero no pudieron.
Por las que la vida se les acabó demasiado pronto.
O por las que, arriesgando su vida, nos regalaron hoy, a nosotras, estas oportunidades.
Por las que hicieron posible un ocho de marzo.
Por las que nos entregaron la oportunidad de escoger nuestra carrera y nuestro trabajo.
Por las que gracias a ellas,
Pudimos defendernos ante la ley.
Pudimos escoger nuestra orientación sexual.
Pudimos escoger si casarnos y con quién hacerlo.
Y decir sí o no a la maternidad.
Por las que gracias a ellas,
El maltrato no es una cuestión doméstica, y por la que nos dieron la oportunidad de divorciarnos de aquellos que resultaron ser unos capullos.
Gracias a las cuales, las mujeres pudieron ser madres solteras, científicas, deportistas o escritoras.
Las que, gracias a ellas pudimos ponernos pantalones y desterrar las faldas.
Hoy,
las que tuvimos el privilegio de nacer en un lugar en el que nuestros derechos sí se reconocen.
Y tuvimos acceso a la educación.
Y se nos dio la libertad de seguir nuestro propio camino, pudiendo escoger entre varias opciones.
Hoy nos toca ser la voz de las que no pudieron hacerlo, de las que fueron silenciadas, de las que nunca llegaron a casa, de las que nunca pudieron vivir aquello que soñaron.
El feminismo no es violencia, no es vandalismo.
El feminismo es hermandad.
Es aceptarnos como somos, sin los cánones de belleza que nos clausuran.
Es querernos, es aceptarnos, es amarnos, perfectamente imperfectas.
Es la posibilidad de escoger.
De creer que tenemos los mismos derechos, las mismas oportunidades, las mismas posibilidades.
Es una igualdad, real, y no solo teórica.
El feminismo es tener en cuenta las necesidades de un colectivo, y luchar contra las injusticias que en él se producen, como el techo de cristal, el acoso sexual, las prácticas como la mutilación genital femenina, los matrimonios de conveniencia, la pobreza femenina, la libertad sexual.
El feminismo es para todos y para todas.
Feliz día internacional de la mujer a aquellas heroínas que se levantan cada día para comerse el mundo.
Para luchar por su sueño.
Para no rendirse.
Que se secan las lágrimas y siguen caminando.
A aquellas madres de familia y aquellas que deciden que la maternidad no va con ellas.
A todas aquellas que no hicieron historia, y a las que sí.
Todos los días son nuestro día.
Becca Lago