En la entrada del blog de hoy me gustaría hablar sobre la felicidad.
La felicidad es ese concepto abstracto que todos y todas nosotras parecemos anhelar a lo largo de nuestra vida, esa meta abstracta a la que todos aspiramos llegar.
Como contaba John Lennon: ‘Cuando era pequeño mi madre solía decirme que la felicidad era la clave de mi vida. Cuando con cinco años me preguntaron en el colegio qué quería ser cuando fuera mayor yo respondí ‘feliz’, entonces me dijeron que no había entendido la pregunta y yo les respondí que eran ellos los que no entendían la vida’.
Basada en mi experiencia como psicóloga y como observadora y oyente activa de las personas que me rodean, me gustaría elaborar el decálogo de la felicidad. Aquello que puede ayudarnos a conseguir aquello que John Lennon quería ser cuando fuera mayor.
La clave de la felicidad está en:
- Dejar de comparar nuestra vida con la de otras personas, o dejar de compararnos a nosotros y nosotras mismas con otras personas, como aquellas que vemos en los medios de comunicación, en el cine o en las redes sociales. Todos tenemos nuestras propias circunstancias vitales. El anhelar aquello que no tenemos parece ser una característica inherente al ser humano, y es importante recordarlo. Nadie parece estar contento con aquello que tiene, siempre anhelaremos lo que no tenemos. Por ello no debemos idealizar, sino apreciarnos y agradecer aquello que tenemos.
- Centrarnos, no tanto en cambiar nuestras circunstancias vitales sino la perspectiva desde la que observamos nuestra realidad. La felicidad es el camino, no la meta, la felicidad está en el presente, en el ahora, no en un futuro incierto. Recuerda que nunca seremos tan jóvenes como lo somos ahora mismo, por ello, disfrutemos del presente.
- Descubrir aquello que te gusta de ti, de tu vida, de tu rutina, de tu día a día, de tu trabajo, de tu lugar de residencia… aprende a detectar aquello que te hace especial, y los beneficios que tiene aquello que haces. Ponte las gafas de la gratitud.
- Hacer una lista de aquello que diariamente haces ‘porque tienes que hacerlo, que debes hacer’ y aquello que haces ‘porque te gusta hacerlo, porque disfrutas haciéndolo’ e intenta que tus días tengan no solo aquello que haces porque debes sino aquello que haces porque te gusta, como puede ser leer, escuchar música, pasear, practicar tu hobby, cualquier cosa que te guste hacer. Siempre es posible encontrar un rato en nuestro día a día para hacer aquello que nos gusta. Es importante que tus días resulten gratificantes. Hacer aquello que te gusta te ayudará a disfrutar el presente y a mantenerte en él, dejando de centrarte en el pasado o en el futuro.
- Hacerte amigo de tu familia, de tus compañeros y compañeras de trabajo, y mejor amigo de tus amigos. La felicidad se encuentra casi siempre en las relaciones sociales, por ello qué mejor que tener amigos en los entornos en los que vas a pasar más tiempo diario.
- Hacer lo que haces porque disfrutas haciéndolo, y no por el fin mismo. Por ejemplo, cuando trabajes no lo hagas pensando en el salario, o en las vacaciones o el tiempo libre, sino que debemos aprender a disfrutar de aquello que hacemos y mantenernos conectados con el presente.
- Hacer sin desesperar. No queramos trabajar en multitarea, avanzar lo máximo posible, hacer cuantas más cosas mejor. Tomémonos nuestro tiempo, desconectemos de vez en cuando, y volvamos a conectar con nosotros mismos.
- Planear tu día a día, mantente activo o activa y ser el ejemplo de persona que nos gustaría encontrar, con la que nos gustaría toparnos.
- Vive en el presente, en el hoy, en el ahora, sin añorar el pasado ni anhelar el futuro.
- Y no te olvides de sonreír. Una sonrisa puede cambiar el día de alguien, incluso el nuestro. Todos conocemos el poder que tienen las sonrisas.
Detectar la felicidad es algo que debemos entrenar, como cualquier otra cualidad, y aprender a ver la felicidad como algo que se encuentra en pequeñas dosis en nuestro día a día hará que la felicidad nos acompañe no solo durante el camino sino también en la meta.
Por ello me gustaría recomendarte mi libro sobre ‘El tarro de la felicidad: 366 motivos para ser feliz’, como ejemplo para empezar a practicar en ese arte de descubrir la felicidad, y la ‘Agenda sobre crecimiento personal’ en la que hay un apartado para describir lo mejor de nuestra semana, las nuevas experiencias, los objetivos cumplidos, entre otros. Y tú ¿te atreves a ser feliz?

Becca Lago