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Balance de fin de año ¿Cómo despedir al año que dejamos atrás?

La noche del 31 es siempre un buen momento para reflexionar sobre el año que estamos a punto de dejar atrás. Entre las canciones nostálgicas de Ana Torroja y ese ambiente festivo que reina en las Noche viejas, dedicar esos momentos posteriores a la cena, previos a las uvas para hacer un balance de nuestro año es una buena opción.

En el siguiente artículo quiero darte algunos consejos sobre cómo resumir tu año. Aunque antes de nada, me gustaría que recordases que aunque no siempre seamos capaces de verlo con claridad, nublados por un momento difícil y un contexto cambiante, siempre hay progreso, y que más vale ser tortuga que liebre, pues la tortuga disfruta de las vistas del camino, mientras que la libre, apresurada por llegar a la meta, seguramente se acabe perdiendo los matices y la felicidad de quien recorre un camino saboreándolo paso a paso, recordando que la felicidad no está en la meta, sino en los pequeños pasos dados día tras día.

Seguramente por estas fechas, realizarías una lista de ‘objetivos a cumplir’. Te invito a que la busques y la releas, y marques cuáles de ellos has podido conseguir. Seguramente la gran mayoría fuesen reciclados de años anteriores, y muchos otros, los tendrás que volver a añadir a la lista de objetivos para el próximo año, pero hoy quiero invitarte a que te centres en aquellos que . Aquellos que sí has sido capaz de cumplir. Puede que no en su totalidad, puede que todavía estés en proceso de cumplirlos, pero lo importante es que te des cuenta del camino que has empezado a recorrer. Porque detrás de esas listas interminables, de esos ticks puestos tras los objetivos cumplidos, detrás de todo ello, están las horas invertidas, y junto a ellas, tu fuerza de voluntad. Tendemos a ver solamente el resultado, cuando lo importante es el proceso. Es haciendo cuando aprendemos, es haciendo cuando crecemos, es haciendo cuando disfrutamos. La meta es solo un instante, mientras que el camino hasta llegar a ella es lo que cuenta. Seguramente también, más allá de esa lista que escribiste a principios de año, haya nuevos objetivos que hayas alcanzado que ni siquiera te habías planteado. Y es que ahí reside la magia de la vida, en los caminos que se abren ante nosotros, inesperados, en los cambios de guión que nos invitan a improvisar y a sacar nuestras mejores cualidades. Date cuenta de cuántas batallas has superado que, de habértelo contado tal día como hoy, un año atrás, no te habrías creído capaz. Y aquí estás, más fuerte y resiliente que hace un año. Por eso hoy te invito a celebrar la vida. Te invito a hacer una lista de logros personales, y a sentirte orgulloso y orgullosa de ti mismo. Pues recuerda que tú eres el/la protagonista de tu historia.

Te invito a que, en una hoja en blanco o en una página de Word intentes responder a las siguientes cuestiones:

¿Qué he hecho este año que ha sido importante para mi?

Los objetivos y los logros personales no necesariamente necesitan ser extraordinarios como: ‘recorrer los cinco continentes; ganar un premio en un concurso literario…’, sino que deben estar adaptados a cada uno de nosotros. No debemos compararnos con quienes tenemos a nuestro alrededor, y mucho menos, con personas a las que seguimos en nuestras redes sociales. El punto de comparación de ti mismo, debes ser tú mismo, en el pasado más cercano, y más lejano, pero siempre teniendo en cuenta tus circunstancias vitales y personales. Por ello, esos logros pueden ser pequeños objetivos como ‘he conseguido establecer la rutina de levantarme todos los días antes de las 8’ o, ‘he empezado un nuevo hobby, una nueva actividad’, cualquier cosa que para ti fuese importante. Y recuerda, no importa tanto la cantidad como la calidad de los mismos, no se trata de llenar una lista sin sentido, sino de darte cuenta de tu capacidad de compromiso, superación y autodisciplina, y de que si deseas cambiar algo, solo necesitas confianza y perseverancia para poder llevarlo a cabo.

En segundo lugar te invito a responder a la siguiente pregunta:

¿Qué he hecho importante hacia los demás?

Como sabes, el ser humano está hecho para estar en sociedad. Las relaciones son una de la principal fuente de bienestar, aprendizaje, y si no se saben gestionar adecuadamente, también de malestar. Por ello, creo que es sumamente importante conectar con los demás, y que nuestros objetivos vitales, en cierta manera, vayan en pro de la sociedad. Pues como dicen, el éxito está en conseguir que aquello que a ti se te da mejor hacer, tu pasión, sirva además para mejorar la vida de los que tienes a tu alrededor.

Otra pregunta que me gustaría que reflexionaras es:

¿Cuándo y cómo te has sentido bien? ¿Qué te ha hecho feliz este año? ¿Qué momentos de bienestar y alegría recuerdas?

Pues volvemos a lo mismo, la felicidad, como celebro en mi libro: ‘El tarro de la felicidad: 366 motivos para ser feliz’, está presente en pequeñas dosis en nuestro día a día. Solo tenemos que aprender a ser conscientes de ella, a ponernos las gafas de la gratitud. Un ejercicio que siempre me gusta recomendar es el diario de la gratitud, o elaborar tu propio tarro de la felicidad, en el que recopilar instantes cotidianos que te hayan sacado una sonrisa y te hayan hecho sentir bien. Al final del año abrirlo, releerlo y darte cuenta de cuán feliz has sido este año.

Si te resulta complicado responder a esta pregunta o crees que se te escapan ciertos matices puedes dividirla en áreas de tu vida, y escribir aquellos objetivos o aquellos momentos de bienestar que has experimentado en cada una de estas áreas, por ejemplo:

Proyectos personales/ hobbies:

Crecimiento personal:

Laboral:

Social: familia, amigos, amor, colegas, conocidos, grupos de pertenencia:

Rutinas/ rutinas de bienestar y autocuidado:

Mejoras en general:

Primeras veces/ nuevas experiencias:

Aprendizajes:

Momentos memorables:

Libros/películas/series/podcast que me han marcado:

La lista de esferas es tan amplia como te apetezca diseñar.

Si todavía te cuesta rellenar la lista te invito a que pienses: ¿Qué cosas, personas, rutinas me gustaría mantener para el nuevo año? ¿Cuáles, si pudiera, repetiría?

Responder a esta pregunta puede ayudarte a ser consciente de todas esas cosas, personas y momentos positivos que guardas en tu día a día.

Por último, te invito a que dediques unas palabras de amor y agradecimiento a aquellas personas que han formado parte de tu año, a tus familiares, a tus amigos, a tu pareja, a tus compañeros de trabajo, a cualquier persona que te apetezca. Regalar alegría y sacar una sonrisa es un regalo que puede cambiar muchas cosas.

Terminar el año practicando la gratitud, siendo agradecidos por aquello que tenemos, por aquello que hemos conseguido, es una de las mejores maneras de empezar un nuevo año.

Gracias por estar al otro lado y ser parte de mi sueño. Te deseo un feliz año nuevo y que el año nuevo que entra te traiga, como mínimo tanta felicidad como este año.

 

Becca Lago


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