¿Cómo nace mi marca personal?
Para aquellos y aquellas que todavía no me conozcáis me gustaría presentarme y hablaros un poco sobre mi marca personal. Presentaros unas pequeñas pinceladas de aquello que soy.
Beccalagostudio nace de una manera ecléctica.
Cuando me adentré en la adolescencia las vivencias que me acompañaron me ayudaron a conocerme más a mi misma de manera introspectiva. En aquel momento decidí que estudiaría psicología en la universidad. Pero que intentaría compaginarlo con la principal de mis pasiones, la escritura. Fue en esta misma etapa cuando empecé a leer. Leer cambió mi forma de ver la vida por completo. Puede sonar a tópico, pero es como si antes de la lectura no recordase qué decía mi pensamiento, como si mi mente hubiese estado siempre callada, y en ese momento, tras la lectura de mi primer libro, se hubiera despertado, hubiera empezado a hablar, a describir todo aquello que me rodeaba. Y es entonces cuando empecé a escribir. Con el paso de los años, mi escritura fue aumentando.
Pero bueno, esa es otra historia que cuento uno de mis libros. Lo que quiero decir es que siempre me interesó el mundo de la escritura, del arte, de las palabras. También me apasionaba fotografiar mi realidad.
Así que con el paso de los años, las vivencias me fueron dando argumentos sobre los que escribir. La etapa universitaria fue un crecimiento exponencial, sobre todo, a nivel personal. El conocimiento que desarrollé sobre mí misma, y sobre mi entorno aquellos años, con mi intercambio en Florencia, mis relaciones, mis amistades, los cursos de dirección de cine, las enseñanzas de la carrera sobre la psique humana, el cambio en mi estilo de vida, ahora vegetariana y atleta, sentaron las bases para los cambios posteriores que vinieron al terminar la carrera. Mi experiencia en Brasil y la madurez emocional que me trajo, mi trabajo como auxiliar de vuelo, que me dio las alas necesarias para recorrer el mundo y visitar numerosos países y ciudades, una relación de pareja que, como digo en uno de mis libros, ser una ronca contra la que fortalecerme tras cada aprendizaje, tras cada choque, mi lado feminista, nómada, romántico y bohemio hizo que en el momento justo, floreciera todo esto.
Como los árboles de bambú, que durante, siete años crecen solamente bajo tierra, desarrollando unas fuertes y amplias raíces, así fue mi caso. Durante alrededor de veinticuatro años, aquello que hice fue crear mis raíces y vivenciar aquello que posteriormente me daría las palabras sobre las que escribir.
A mis veinticuatro cumpleaños cumplí uno de mis sueños, viajar a Nueva York y recorrer Manhattan. A mis veinticinco, otro de ellos, publicar mi primer libro.
Ahora, que he encontrado mi voz, que he aprendido a qué hacer con ella. Ahora desarrollo mi marca personal.
Las palabras de poeta deben servir para describir aquello que muchas veces sentimos sin palabras. Mi marca tiene esa parte de la psicología, del empoderamiento y de la resiliencia, palabras llenas de significado y de fortaleza.
Esa parte del feminismo, esa parte nómada, viajera.
Tiene también, esa parte de amor por el conocimiento, como como ejemplifico en mi libro Wanderlust y otras palabras sin traducción. Me apasiona cómo cada cultura tiene sus propias palabras para describir sus realidades. Palabras como hygge, o ferenweh, que describen sensaciones asociadas a momentos específicos. Me recuerda ,más que nunca que las palabras están hechas para describir la realidad, y que los matices de nuestra realidad, y por tanto, la riqueza de la misma, dependerá de la riqueza de nuestro vocabulario.
En El tarro de la felicidad, ejemplifico algo que siempre, desde hace varios años, llevo a cabo, un diario de la gratitud. Pues creo firmemente en la importancia de agradecer aquello que tenemos, antes de pensar en aquello que nos falta. Pues como solían decir, ‘No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita’. Por eso me gusta pensar en todo lo bueno que se nos regala día a día, que nos hace sonreír. En esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Es solo cuestión de saber detectarlos. En él comparto mi visión positiva sobre la vida.
Y en Siempre nos quedará Roma, hago eso que tanto me gusta, escribir sobre aquello que las situaciones suscitan en mi. Sentimientos que acompañan a ciertas vivencias, como la nostalgia, el desamor, el crecimiento personal, el paso del tiempo. Sensaciones y emociones que todos hemos experimentado. Yo las transformo en palabras, acompañadas por mis fotografías. Fotografías de los lugares que he ido recorriendo, y están asociados a recuerdos, a grandes momentos.
Beccalagostudio nace de la introspección mezclada con el arte. De esas ganas de cambiar el mundo y dejarlo un poquito mejor. De creer en el poder de los sueños y de la valentía de intentar vivir de ellos.
Becca Lago