Bienvenida a tu espacio de autocuidado
Bienvenida a tu espacio de autocuidado
Carrito 0

Lo que el tiempo me ha enseñado (parte III): la vida no siempre nos da lo que queremos, pero siempre nos da lo que necesitamos

agradecer aprendizaje autoconocimiento autocuidado autorregulación emocional bienestar coaching crecimiento personal diario diario de gratitud empoderamiento empoderamiento femenino escritura escritura expresiva escritura terapéutica gestión emocional gratitud psicología psicología positiva reconectar resiliencia slow life terapia valentía

 

La vida no siempre nos recompensa como nosotros esperamos, o nos da lo que le pedimos. A veces, nos da otras cosas, que damos por sentado, que pasan desapercibidas, y solo nos damos cuenta de que las tenemos en el momento en el que las perdemos. Hay tanto por lo que agradecer.

Hoy quiero invitarte a realizar un ejercicio para practicar el músculo de la Gratitud:

Te reto a hacer una lista de agradecimiento de 50 ítems, de lo más específico, a lo más general.
¿Te resulta complicado?
Piensa en cuánto cambiaría tu vida si en vez de tener una casa, una habitación propia, vivir en la ciudad en la que vives, haber nacido en la familia en la que has nacido, con las oportunidades, la educación, con el cuerpo que tienes, la salud… estas hubiesen sido o fuesen diferentes.

Tenemos tantas cosas de las que no nos damos cuenta, que este ejercicio te ayudará a volver a lo esencial, a valorar quién eres, y aquello que te rodea.

Y es que, como te comentaba, el reto de la felicidad está en entender que la vida no siempre nos da lo que queremos. O lo que creemos querer. La mayoría de las veces nos da lo que necesitamos -aunque a veces no lo sepamos-. La gran mayoría de las veces nos lo da en forma de lecciones, en forma de aquello que nosotros llamamos ‘problemas’, imprevistos, cambios de guion. En ese momento nos vemos catapultados, empujamos a una situación en zoom, y perdemos el norte, perdemos la perspectiva, nos perdemos en ella.

En esos momentos debemos cambiar nuestro mindset, recapitula, retroceder. Parar, respirar hondo mirar más allá. La meditación, o las técnicas del mindfullness pueden ayudarnos a calmar la mente y enfocar de nuevo nuestra perspectiva. Además, tener un mantra en esos momentos puede ser de gran ayuda:

¿Qué quiere enseñarme la vida con esto?

Esta situación es un aprendizaje.

¿Qué lección se esconde, que todavía no he aprendido y por ello continúa repitiéndose?

Esto supondrá un cambio necesario, una oportunidad para avanzar.

Y es que solo cuando nos sentimos incómodos en un lugar, en una situación, solo ante la resistencia -como las pesas en un entrenamiento de fuerza-, cuando salimos de nuestra zona de confort, podemos crecer, cambiar, avanzar. No hay crecimiento donde nos sentimos a gusto. No hay un destino diferente cuando recorremos siempre el mismo camino.

Por ello es importante ver esas situaciones como impulsos de cambio, de mejora, de aprendizaje, de crecimiento.

La vida nos da la oportunidad de desarrollar habilidades y fortalezas que están en nosotros y puede que desconocíamos. Que no estábamos utilizando hasta ahora. Que puede que necesitemos en el futuro. Para el presente, y que potenciarán tu fortaleza, tu resiliencia, tu empoderamiento y por ende, tu bienestar.

Becca Lago


Publicación más antigua Publicación más reciente


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados